Incertidumble, remolino jsaSAISknsui

Se acerca algo que he temido, por así decirlo, hacer durante mucho tiempo. Hoy es el día del padre acá y mi papá viene a tomar once.

Mis padres se "separaron" hace unos años pero seguían viviendo en la misma casa, era una situación extraña. A mediados de marzo nos vinimos a vivir al departamento de mi mamá y hemos pasado aquí por alto y bajos, pero creo que por más momentos malos que buenos. Los problemas económicos, emocionales tanto míos como de mi mamá y mi hermano, etc. han dificultado que tengamos acá una existencia más amena. 

Mi mamá comenzó a sentirse sola. Estaba y está consciente de que yo en la semana hago mi vida y algún día me iré, seré mucho más independiente y mi hermano en algún momento también hará lo mismo, entonces ella se quedaría sola. Todos esos pensamientos la han hecho extrañar a mi papá y en mis arranques de mala conducta y enojo me recriminaba que si se fue de la casa era por mí, que yo le arruiné el matrimonio con mi trastorno alimenticio, porque desde que me empezó a fines de los trece año no he sido la misma, o al menos no tengo una gran estabilidad (he tenido momentos buenos, y super duper agradables, como también malos, aunque son estos últimos los que han estado predominando ahora). Finalmente un día mi papá vino al departamento a buscar a mi hermano para una de sus salidas con él (vino directamente acá y entró, cosa que nunca en estos meses había hecho, ya que se limitaba a esperarlo en su auto unos metros lejos del edificio) y mi mamá salió a hablar con él. Dejó la puerta del departamento abierta y yo escuché que estaban hablando. Había mucho eco así que no pude distinguir ninguna palabra, pero lo que escuchaba era suficiente para darme cuenta en un momento que mi mamá había empezado a llorar. Odié eso, fue demasiado incómodo y mi hermano también se dio cuenta. El se encerró en su pieza y yo también cerré la puerta de la mía, intentando re-enfocarme en lo que estaba estudiando. Cuando mi papá entró de nuevo y salió definitivamente con mi hermano mi mamá me dijo que le había pedido a mi papá que volviésemos a la casa (que cosa más obvia, como si no hubiese escuchado que lloraba, pero claro, ella pensaba que pasaban piola). Filo. No me enojé como antes cuando dudaba de si debía estar con mi papá o no. Igual penca de mi parte lo que hacía antes porque nunca debiese haberme metido en sus temas maritales, pero la psicóloga de la U, tías y amigas me han dicho que mi mamá no debería haberme puesto en medio, usarme para desahogarse, decirme cosas malas de mi papá. Pero bueno, lo hecho está hecho. 

Ahora mi mamá se está quejando un poco de que mi papá se demora en llegar, porque hizo pan amasado y pizza, la cual se va a romper por el jugo del tomate. Me siento chata.

No sé qué esperar de lo que se viene ahora en breve, qué hacer, cómo comportarme. Quisiera esconderme bajo las sábanas de mi cama y esperar que todo pasase para que cuando salga ya esté todo claro en mi vida. Pero qué comentario más cobarde. Se supone que un@ tiene que enfrentar los problemas, no huir de ellos, sino todo mal! Pero es que el miedo es poderoso y no nos hace sentir muy bien en verdad (Oh-oh, escucho pasos en la escalera). Creo que debo dar este paso, es necesario e inevitable. Es un paso más para desenvenarme y sanarme de una vez por todas, porque también esto es un agente estresor importante y detonante de la maldita ansiedad de la que se aprovecha Mía.

Quien lea esto deseeme suerte y mándeme buenas vibras!

-Clari